Con un audaz guiño al legado de David Cronenberg y Julia Ducournau, la directora Coralie Fargeat nos regala en The Substance una experiencia de body horror feminista que desafía todas las expectativas. Con un ambicioso presupuesto de 17.5 millones de dólares (alrededor de 350,000,000 de pesos mexicanos), la cinta no solo impresiona por su escala, sino por cómo utiliza el body horror para contar una historia incomparable, una narrativa que, sin duda, quedará grabada en la memoria del espectador.
Trama
La historia sigue a Elisabeth Sparkle (Demi Moore), una exestrella de Hollywood que lucha contra la inclemencia del olvido y la brutalidad de una industria que descarta a sus protagonistas femeninas. En un intento desesperado por recuperar la juventud perdida, se somete a un tratamiento experimental que, en lugar de revivir su carrera, desata la aparición de Sue (Margaret Qualley): la encarnación idealizada y rejuvenecida de sí misma.
El choque entre Elisabeth y Sue, en una dinámica que evoca el eterno conflicto de Dr. Jekyll & Mr. Hyde, es un enfrentamiento visceral entre la aceptación del inevitable paso del tiempo y la obsesión por una perfección superficial e inalcanzable. Este conflicto interno no solo es un reflejo del deterioro físico, sino también una crítica mordaz a una industria que explota y margina a las mujeres.
Efectos Prácticos y Maquillaje
Uno de los grandes triunfos técnicos de The Substance es su impecable uso de efectos prácticos y maquillaje. Cada transformación, cada deformidad cuidadosamente orquestada, nos sumerge en un universo visual que recuerda a los clásicos de terror de los 80, fusionando técnicas tradicionales con una innovación audaz. La estética, creada en conjunto con el director de fotografía Benjamin Kracun, se plasma en una paleta de colores saturados y contrastantes que hacen que cada escena sea un festín visual inolvidable. Estos logros, alcanzados con un presupuesto de 17.5 millones de dólares (unos 350,000,000 de pesos mexicanos), demuestran que el ingenio y la pasión pueden elevar cualquier proyecto a la categoría de arte.
Demi Moore – Elisabeth Sparkle
Demi Moore despliega todo su talento y las cicatrices de sus propias experiencias en el papel de Elisabeth Sparkle. Con una intensidad desgarradora, Moore canaliza décadas de vivencias en una actuación que se siente personal y revolucionaria. Su interpretación va más allá de un simple acto actoral: es una clase magistral sobre los límites que puede alcanzar un actor. Con galardones internacionales en su haber, como el prestigioso Premio Lumière a la Mejor Actriz, Moore se consolida como la favorita para el próximo Oscar en la categoría de Mejor Actriz, dejando claro que en The Substance se rinde homenaje a sus peores y mejores momentos en una industria que a menudo la ha marginado.
Margaret Qualley – Sue
Margaret Qualley, en el papel de Sue, ofrece una actuación que es a la vez fresca, inquietante y profundamente reveladora. Su encarnación de la juventud idealizada —y al mismo tiempo amenazante— no solo contrasta con la decadencia de Elisabeth, sino que también desmantela las ilusiones que Hollywood impone sobre la belleza y la relevancia. Junto a Moore, Qualley no solo traza los límites de lo que se puede esperar de un actor, sino que expone con crudeza las peores facetas del maltrato y la explotación en la industria del entretenimiento. Es verdaderamente triste que, en esta temporada de premios, el talento excepcional de Qualley no haya recibido aún el reconocimiento que merece.
The Substance utiliza el body horror no solo para asombrar visualmente, sino para tejer una narrativa que deja una huella imborrable. Más allá de ser un festín para los sentidos, la película se erige como un contundente comentario social, denunciando con crudeza la explotación y el maltrato que sufren las mujeres en Hollywood. En este universo oscuro, donde la juventud se vuelve una obsesión fatal, se entrelazan el arte y la protesta, haciendo de la cinta una experiencia que invita a reflexionar sobre el precio de la belleza y la relevancia en una industria despiadada.
La propuesta es tan impactante y memorable que se convierte en un referente del cine contemporáneo, capaz de desafiar las convenciones y exponer las peores facetas del sistema. Con cada detalle, desde los impecables efectos prácticos hasta el maquillaje extraordinario, The Substance se confirma como una obra que trasciende el género del terror. Su mensaje resuena a través de una combinación explosiva de estética y crítica social, dejando claro que el cine puede ser tanto un deleite visual como un llamado urgente a la reflexión.
Esta experiencia cinematográfica, que se puede disfrutar en MUBI, no solo se queda en la memoria del espectador, sino que redefine lo que significa desafiar y transformar las normas de una industria que ha marginado a sus estrellas femeninas.