1. Inventar y consumir variantes del taco.
Los extranjeros suelen llegar a México y preguntar por un lugar para comer tacos, como si fuera tan fácil. Las opciones terminan por abrumarlos: al pastor, de bistec, de canasta, de suadero, de guisado, de cabeza, campechanos, de pescado, de barbacoa, ¿o cómo de qué estaba buscando, güero?
2. Tener fiestas religiosas todo el año.
Siempre se está celebrando a un patrón, virgen o acontecimiento religioso en algún rincón de México. Las calles se cierran y todo movimiento parece cesar. Los envidiosos dirán que somos bien mitoteros.
3. Echarle limón a todo.
Esta manía gastronómica es una de las costumbres mexicanas que más intrigan a los extranjeros. Añade a la confusión el hecho de que en México el limón es lo que en el resto del mundo se conoce como lima.
4. Comer insectos.
Ok, no somos los únicos en el mundo que hacen esto, pero no deja de ser una costumbre que muchos extranjeros no entienden. Si quieres sacar de órbita a uno de ellos, llévalo por una tlayuda de chapulines o un taco de jumiles.