Durante una sesión grupal, un psicólogo tomó un vaso de agua y lo mostró a los demás. Mientras todos esperaban la típica reflexión de ‘¿este vaso está medio lleno o medio vacío?’, el psicólogo les preguntó:
-¿Cuánto pesa este vaso?
Las respuestas variaron entre los 200 y 250 gramos. Pero el psicólogo respondió:
– El peso total no es lo importante.
– Más bien, depende de cuánto tiempo lo sostenga.
– Si lo sostengo un minuto, no es problema.
– Si lo sostengo una hora, me dolerá el brazo.
– Si lo sostengo durante un día entero, mi brazo se entumecerá y se paralizará del dolor.
– El peso del vaso no cambia, siempre es el mismo. Pero cuanto más tiempo lo sostengo en mi mano, este se vuelve más pesado y difícil de soportar.
Y continuó:
– Las preocupaciones, los rencores, los resentimientos y los sentimientos de venganza son como el vaso de agua. Si piensas en ellos por un rato, no pasará nada. Si piensas en ellos todos los días, te comienzan a lastimar. Pero si piensas en ellos toda la semana, o incluso durante meses o años, acabarás sintiéndote paralizado e incapaz de hacer algo.
Moraleja: ¡No olvides soltar el vaso! No permitas que el peso de las emociones negativas haga que tu vida se vuelva más difícil. Este peso solo te estará frenando de continuar con tu camino y ser feliz.