Suiza ha lanzado una innovadora iniciativa para enfrentar un problema ambiental subacuático: el Ministerio de Defensa suizo está ofreciendo premios en efectivo para quien proponga la mejor solución para retirar toneladas de municiones antiguas de sus lagos. Este movimiento se da tras años de acumulación de residuos militares en las aguas alpinas del país, un legado que ha generado preocupaciones sobre la seguridad y la contaminación.
Premios en efectivo para la remoción de municiones
El gobierno suizo ha anunciado que otorgará 50.000 francos suizos (aproximadamente 58.000 dólares estadounidenses) en premios para las tres mejores ideas que ofrezcan una solución segura y ecológica para retirar las municiones de los lagos. Las propuestas se recibirán hasta febrero de 2025, y los ganadores serán anunciados en abril de ese año. Aunque el gobierno no tiene previsto implementar de inmediato las propuestas, estas podrían sentar las bases para futuros proyectos de investigación y remoción.
Los lagos suizos, como Lucerna, Thun, Neuchâtel y Brienz, han sido utilizados durante décadas para deshacerse de municiones antiguas, bajo la creencia errónea de que el agua actuaría como un depósito seguro. En el Lago Lucerna, se estima que se encuentran alrededor de 3.300 toneladas de municiones, mientras que el Lago Neuchâtel alberga aproximadamente 4.500 toneladas. Las municiones se encuentran a profundidades variables, desde seis metros hasta 200 metros bajo la superficie.
Riesgos ambientales y de seguridad
Las municiones abandonadas en estos lagos presentan dos grandes riesgos: la posibilidad de explosiones debido a la presencia de fusibles no removidos y la potencial contaminación del agua con sustancias tóxicas, como dinamita. Estos peligros han sido destacados por el geólogo suizo retirado Marcos Buser, quien advirtió hace una década sobre los riesgos asociados con estos vertederos subacuáticos.
Suiza ha enfrentado varios problemas relacionados con municiones a lo largo de su historia. En 1947, una explosión masiva en el poblado de Mitholz, causada por la detonación de 3.000 toneladas de municiones almacenadas, resultó en la destrucción del pueblo y la muerte de nueve personas. Más recientemente, el ejército suizo reveló que 3.500 toneladas de municiones sin explotar permanecen enterradas en las montañas, lo que llevó a la evacuación temporal de residentes.
Desafíos en la recuperación de municiones
La tarea de retirar las municiones de los lagos suizos se presenta como un desafío monumental debido a la baja visibilidad bajo el agua, el hierro magnético y el peso de las municiones. Las evaluaciones anteriores han mostrado que las técnicas de recuperación podrían poner en riesgo los delicados ecosistemas lacustres.
Búsqueda de soluciones Internacionales
El gobierno suizo busca inspiración en países como el Reino Unido, Noruega y Dinamarca, que tienen experiencia en la gestión de restos de naufragios y armas sin detonar. Aunque Buser, un experto en la materia, no planea presentar ideas, está dispuesto a ofrecer asesoramiento si se le solicita.