Muchas personas al ver estas etiquetas las retiran antes de lavar la fruta, sin saber que son seguras ya que cumplen con la normatividad en relación a los materiales que usa para su elaboración, además de dar información respecto a la fruta que acabas de comprar. Pero estas etiquetas están hechas a base de materiales no tóxicos, pues su vinculación va directa con la comida.
Las estampillas de la fruta, además de que son fáciles de desprender de las frutas, se producen a base de la fécula de papa, por lo que se pueden comer. Y para finalizar, estas pequeñas etiquetas también ayudan al ambiente pues con su uso se evita usar otro tipo de empaques que impliquen el plástico.
También las puedes reciclar, si después de lavar las frutas desprenden varias etiquetas, las puedes pegar en una botella de Pet e irán directo a la máquina de reciclado.