1 – El numero 13: Los supervivientes señalan con frecuencia la extraña relación de lo sucedido con el numero “13”, pues es considerado en muchas culturas y lugares como “el número de la mala suerte”, éste número tuvo gran relevancia en aspectos relacionados al fatídico accidente.
2- ¿Por qué los supervivientes orinaban color negro?
Es probable que si viste la película “La sociedad de la nieve” en Netflix inspirada en el accidente de los Andes, hayas notado una escena muy particular, pues los supervivientes decidieron agregar este detalle que experimentaron a el filme, en el se puede notar como uno de ellos menciona orinar negro, pero, ¿por qué pasa eso? Los cambios y reducción drásticos de alimentación y deshidratación que experimentaron, el clima extremo, lesiones físicas, heridas expuestas y los esfuerzos físicos extensos trajeron consecuencias como la desnutrición severa, esto a su vez, llevó a sus cuerpos a sufrir un estado de “cetogenesis” y posteriormente a la destrucción muscular, la destrucción muscular, produjo un proceso intenso de “rabdomiolisis” (acompañado de disfunción renal) que ocasionó pigmentar su orina a color marrón oscuro o negro.
3- La cantidad de tabaco que los supervivientes consumían:
Casi todos los supervivientes eran fumadores activos, Gustavo Zerbino que no fumaba antes, se volvió fumador en la cordillera. Poseían gran cantidad de cigarros, puesto que Javier Methol y Pancho Abal trabajaban para una compañía de tabacos y habían ido con muchas cajas de repuesto por la gran escasez de cigarrillos que había en chile. Aun así, como no sabían cuanto tiempo iban a estar en la montaña, racionaron sus cajas con 1 paquete de 20 cigarrillos cada 2 días por persona.
4- La organización que los ayudó a sobrevivir:
No es un secreto, la mayoría de nosotros entraríamos en pánico en una situación así, sin embargo, los supervivientes a pesar de experimentar un terror grande y traumático, con el paso de los días, establecieron diversos reglamentos, racionaron de forma equitativa y consideraban las opiniones de todos en votaciones. con frecuencia habían pequeñas “refriegas” o discusiones, sin embargo, cada una de ellas terminaban enseguida e iban acompañadas de disculpas con mucho respeto, según mencionaron los sobrevivientes.
5- Celebraban todos los cumpleaños:
los supervivientes siempre celebraban cuando uno de ellos cumplía años, incluso, recibían como regalo un paquete de cigarros .
6- ¿Qué sabor tenía la carne que obtenían de los cuerpos de sus compañeros?
En una entrevista de el influencer Jordi con Carlitos Páez, el sobreviviente compartió su experiencia al consumir la carne humana proveniente de los cuerpos de sus compañeros fallecidos durante su estancia en la cordillera, en el, argumenta carecer de un sabor en particular, puesto que el estar congelada hacía más fácil el acto, masticaban un par de veces lo suficiente para que no fuese a atorarse en su garganta y lo pasaban, en algunas ocasiones, lo combinaban con un poco de nieve para hacerlo todavía más fácil. Además, agrega no arrepentirse de dicho acto, pues lo ve como un acto primitivo y muy humano, un acto que le salvó la vida a el y a sus compañeros, y que cualquiera que experimente esos niveles extremos de hambre y desesperación, pudo haberlo considerado.
7- La noticia que les cambió la vida:
Los padres de Carlitos Páez y Roberto Canessa se entraron que sus hijos estaban vivos de maneras muy peculiares, el padre de Roberto, viajó a chile para colaborar con las tareas de búsqueda de su hijo, el 21 de diciembre, estaba a mitad de camino en Buenos Aires dirigiéndose a Urugay para pasar las vacaciones cuando tomó un taxi. El taxista tratando de hacerle conversación, le dijo: “¿Ha oído las noticias?, Han encontrado el avión uruguayo con personas vivas”, Juan Carlos, el padre de Roberto, inmediatamente le pidió que pusieran las noticias y juntos escucharon las palabras que le devolverían la felicidad a Juan Carlos; Habían aparecido dos supervivientes del avión de rugbistas uruguayos estrellado en los Andes. Eran Fernando Parrado y Roberto Canessa.
Por otro lado, el padre de Carlitos Páez, Carlos Páez Vilaró estaba en el aeropuerto de Santiago de Chile a punto de embarcar en el avión de regreso a Urugay para pasar la navidad con su familia, tenía escondido debajo de su abrigo un cachorrito que daría como regalo de navidad a sus hijas. De pronto, el altavoz de el aeropuerto hizo un llamado:” Habla la policía internacional. Detengan a Carlos Páez Vilaró”. Carlos, pensó inmediatamente que iban a detenerlo por el perro que estaba escondiendo, pero se equivocaba, momentos después, Carlos no podía creer la noticia que los oficiales le daban, pues solo lo buscaban para informarle, que habían aparecido supervivientes de el vuelo en el que viajaba su hijo.
