Sean “Diddy” Combs, el reconocido rapero y empresario musical, se encuentra actualmente bajo vigilancia en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn por riesgo de suicidio, mientras espera su juicio tras ser arrestado el pasado 16 de septiembre en un hotel de Manhattan. A Combs, de 54 años, se le imputan cargos de tráfico sexual, crimen organizado y transporte para ejercer la prostitución. Según la revista People, el artista está en estado de shock, y su estado mental no es claro, motivo por el cual se le han implementado medidas preventivas dentro de la prisión.
A pesar de que su equipo legal ha solicitado su libertad bajo fianza en dos ocasiones, ambas han sido denegadas. El Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn es conocido por su peligroso entorno y su escasez de personal, además de registrar altos índices de muertes y suicidios.
La próxima audiencia de Combs está programada para el 24 de septiembre, y su panorama legal luce complicado. Además de los cargos actuales, su imagen ha sido severamente afectada por la reciente divulgación de un video en el que se le ve agrediendo físicamente a su exnovia, la cantante Cassie, en 2016. Las imágenes muestran al rapero golpeando y pateando a Cassie en un hotel de Los Ángeles, escena que coincide con un incidente descrito en una demanda previa interpuesta por la cantante.
Diddy publicó un video en redes sociales admitiendo su culpa por el ataque, afirmando estar “verdaderamente arrepentido” y asegurando haber buscado ayuda profesional tras el incidente. Sin embargo, las disculpas del músico han sido recibidas con críticas, especialmente de la abogada de Cassie, Meredith Firetog, quien calificó el mensaje como una muestra de desesperación y no como un verdadero reconocimiento del daño causado.
Las denuncias contra Combs no se limitan a este incidente. En los últimos meses, otras mujeres han presentado demandas por abuso sexual, físico y emocional contra él, lo que ha desencadenado investigaciones federales. Aunque algunas de estas acusaciones no podrán ser procesadas penalmente debido a que los plazos legales han expirado, las autoridades siguen indagando para encontrar pruebas que permitan llevar al artista a juicio.
Sean “Diddy” Combs se enfrenta a uno de los momentos más críticos de su carrera, tanto en lo legal como en lo personal, y las próximas semanas serán clave para definir su futuro judicial y profesional.