La aclamada actriz Megan Fox, conocida por su participación en la franquicia de películas “Transformers”, ha decidido finalmente hablar abiertamente sobre las cirugías estéticas a las que se ha sometido a lo largo de los años, en un intento por desmentir los rumores y liberar a otras personas del estigma asociado con la cirugía plástica.
Fox, cuya belleza ha sido objeto de admiración y crítica, se ha visto constantemente envuelta en especulaciones sobre posibles procedimientos cosméticos que habría realizado para mantener su apariencia. En una declaración reveladora, la actriz abordó algunos de estos rumores y explicó con sinceridad qué cirugías ha tenido.
“Siento que existe un estigma y que no voy a ganar, espero que esto libere a algunas personas”, expresó la actriz. “Me operaron de la nariz cuando tenía poco más de veinte años”, admitió, refutando las acusaciones de múltiples rinoplastias. “Tu nariz se necrosaría y se caería. No me he hecho una rinoplastia desde que tenía, quizá, 23 años. Ha pasado más de una década. No me he tocado la nariz desde entonces”.
Además, Fox reveló haberse sometido a un aumento de busto entre la primera y segunda película de “Transformers”, así como a dos cirugías de retoque después de amamantar a sus tres hijos. Sin embargo, la actriz negó rotundamente haberse sometido a un lifting facial, desmintiendo los rumores que circulaban entre sus seguidores.
“Nunca me he hecho ningún tipo de lifting. Así que ni lifting medio facial, ni lifting lateral de cejas, aunque me gustaría uno, ni lifting normal de cejas”, afirmó. “Nunca me he hecho hilos tensores. Nunca me he hecho extracción de grasa bucal. Nunca me han quitado grasa”.
La estrella de Hollywood también compartió sus temores relacionados con la cirugía estética, admitiendo su aversión a los procedimientos quirúrgicos. “No me gusta la cirugía. Mi cuerpo no reacciona bien a la anestesia general, tengo mucho miedo de morir bajo anestesia general”, confesó.
Con estas revelaciones, Megan Fox espera desmitificar las percepciones erróneas sobre su apariencia y fomentar una conversación más abierta y comprensiva sobre el tema de la cirugía estética. Su honestidad sobre sus propias experiencias podría servir como inspiración y aliento para aquellos que luchan con las expectativas de belleza y la presión social en la industria del entretenimiento.