Cada 2 de julio se celebra el Día Internacional del OVNI, una jornada dedicada a reflexionar, recordar y explorar el fenómeno de los objetos voladores no identificados, más conocidos como OVNIs. La fecha no es casual: remite a un hecho que marcó un antes y un después en la historia de la ufología.
Fue en 1947, en Roswell, Estados Unidos, cuando el granjero William Brazel encontró misteriosos restos metálicos en su propiedad. Pocos días después, los medios locales publicaron que se trataba de un platillo volador capturado por el ejército. Sin embargo, las autoridades desmintieron esta versión y afirmaron que eran restos de un globo meteorológico. Pese a ello, el impacto del evento generó teorías conspirativas, testimonios de supuestos encuentros cercanos y una comunidad global fascinada por la posibilidad de vida extraterrestre.
Desde entonces, Roswell se convirtió en un epicentro del turismo ufológico y en 2001 se estableció oficialmente el 2 de julio como la fecha para celebrar el Día Internacional del OVNI.
A lo largo del tiempo, numerosos lugares se han convertido en puntos clave para observar fenómenos inexplicables en el cielo. Algunos de ellos incluso ofrecen circuitos turísticos dedicados al tema
Área 51: Mítica base en Nevada con su propia Autopista Extraterrestre.
Zona del Silencio: Ubicada en Durango, es un sitio sin cobertura de radio donde muchos afirman haber vivido experiencias inusuales.
Wycliffe Well: Conocida como la capital de los avistamientos en ese país.
El fenómeno OVNI ha pasado de ser solo un misterio a convertirse en un tema de interés científico, turístico y cultural. Hoy, más que nunca, el 2 de julio invita a mirar hacia arriba… y dejarse llevar por lo desconocido.