La tormenta alrededor de Emilia Pérez, el polémico musical de Jacques Audiard, se intensifica a medida que su estreno en México se aproxima. Lo que parecía ser un éxito cinematográfico respaldado por cuatro Globos de Oro, entre ellos Mejor Película en Comedia o Musical, ahora enfrenta una ola de críticas que podría incluso frenar su proyección en territorio mexicano.
El escándalo surgió cuando el director francés decidió no presentarse en una sesión de preguntas y respuestas en la Cineteca Nacional. Esto fue interpretado por los internautas como un intento de esquivar las críticas por el tratamiento superficial de la cultura y los problemas de México. Pero lo que realmente ha encendido las redes es la petición en change.org titulada “NI UN PREMIO MÁS A EMILIA PÉREZ”, una iniciativa que pide la cancelación definitiva de la película.
“Es un insulto para las madres buscadoras, los activistas y las miles de familias que viven el infierno de la desaparición de sus seres queridos”
Reza la descripción de la campaña, que ya está ganando terreno en internet. Según sus críticos, la cinta convierte en espectáculo la tragedia nacional: “actores cantan y bailan sobre la violencia, la corrupción y los métodos despiadados de los narcotraficantes para deshacerse de los cuerpos”.
Para muchos, esta película no solo trivializa la brutal realidad de un país que cuenta con más de 120 mil desaparecidos, sino que raya en lo ofensivo al retratar estos horrores con un tono frívolo.
Mientras los defensores del filme celebran su éxito internacional, en México las voces de indignación no paran de crecer. ¿Es el arte un espacio libre de responsabilidad social? ¿O estamos ante un caso de éxito que pisotea la dignidad de un país? Lo único claro es que Emilia Pérez no dejará a nadie indiferente, para bien o para mal.