Mísia, la célebre cantante portuguesa que reinventó el tradicional fado, falleció el pasado fin de semana a los 69 años. Su discográfica informó el lunes que su entierro se llevará a cabo en Lisboa el 7 de agosto.
Susana Maria Alfonso de Aguiar, conocida artísticamente como Mísia, murió el sábado en un hospital de Lisboa tras una prolongada batalla contra el cáncer, según confirmaron sus familiares y varios medios locales. Nacida en Oporto en 1955, Mísia lanzó su último álbum, “Animal Sentimental”, en 2022, continuando su legado como una de las voces más influyentes del nuevo fado.
Mísia formó parte de una nueva generación de intérpretes que revitalizó el fado, un género tradicionalmente melancólico, junto a artistas como Mariza, Ana Moura y Cristina Branco. Su estilo distintivo y su capacidad para experimentar con nuevas sonoridades le otorgaron reconocimiento en países europeos como España, Francia e Italia, así como en América Latina.
“Mísia tuvo un papel crucial en la renovación del fado y no vaciló a la hora de experimentar nuevas sonoridades y perspectivas menos convencionales”, declaró el Ministerio de Cultura de Portugal.
Mísia nació de padre portugués y madre catalana, pasando su juventud entre Madrid y Barcelona, influenciada por la rica escena cultural de la movida madrileña. Trabajó en cabarets y absorbió una amplia gama de influencias culturales que posteriormente moldearon su carrera musical.
Su nombre artístico fue inspirado por Maria Zofia Olga Zenajda Godebska, conocida como Misia, musa del pintor catalán Josep María Sert. Este detalle reflejaba la profunda conexión de Mísia con la cultura y la historia artística.
A los treinta años, Mísia regresó a Portugal con la determinación de dedicarse al fado. Su primer álbum homónimo fue lanzado en 1991, conteniendo composiciones de destacados autores como José Niza y José Carlos Ary dos Santos. A lo largo de su carrera, lanzó una quincena de discos que no solo incluían fados, sino también tangos, boleros y otras fusiones musicales.
Cantó en varios idiomas, incluidos portugués, francés, napolitano, catalán y español, interpretando obras de artistas diversos como Amália Rodrigues, Joan Manuel Serrat y Luis Eduardo Aute. Además, Mísia tenía una pasión por la poesía y la literatura, poniendo voz a textos de José Saramago, Fernando Pessoa y António Lobo Antunes.
Mísia colaboró con numerosos artistas, incluyendo a Maria João Pires, Isabel Huppert, María de Medeiros y María Bethânia. En 2015, lanzó un disco doble dedicado a Amália Rodrigues, su mayor referencia en el fado. A pesar de ser diagnosticada con cáncer en 2016, continuó su carrera musical, lanzando los álbumes “Pura Vida” (2019) y “Animal Sentimental” (2022).
“Yo no me pregunto ‘por qué a mí’, me pregunto ‘por qué no yo’, porque no soy distinta de los demás. Soy una superviviente desde pequeña. Aprendí a ser muy independiente en una familia en la que mi yaya catalana, una vedette de burlesque, me enseñó todo lo bueno”, expresó Mísia en una entrevista con EFE en 2019.
Mísia también exploró el teatro y el cine, participando en el documental “Passione” dirigido por John Turturro. A lo largo de su vida, recibió diversos reconocimientos, incluyendo la Orden del Mérito del Gobierno portugués, la Gran Medalla Vermeil de la Ciudad de París y el título de Caballero de la Orden de las Artes y las Letras del Gobierno francés. Fue galardonada con los premios Amália Rodrigues (Portugal), Carossone (Italia) y un ‘In Honorem’ a su carrera de la Academia Charles Cros (Francia).
La muerte de Mísia deja un vacío en el mundo de la música, pero su legado y su contribución al fado seguirán vivos en las generaciones futuras.