Este fin de semana, el Festival Hera en la Ciudad de México fue el escenario de una noche inolvidable con las actuaciones de Demi Lovato y María Becerra, quienes conquistaron al público mexicano a pesar de los desafíos del clima.
Demi Lovato, quien ha dejado atrás sus adicciones y ahora se muestra más fuerte y decidida, subió al escenario principal del festival con una actitud elegante y sobria. Vestida con un traje negro completo y una blusa brillante, la cantante estadounidense mantuvo un gesto serio y concentrado, interactuando poco con la audiencia en los primeros momentos de su presentación.
Debido a los estragos de la lluvia, Lovato no pudo utilizar la pasarela que conectaba el escenario con una tarima en medio del público, ya que el piso mojado representaba un riesgo de resbalón. A pesar de esto, la cantante aprovechó al máximo el escenario principal, mostrando mayor soltura a medida que avanzaba su actuación. Con el tiempo, Demi comenzó a interpretar canciones más alegres y tomó un instrumento para dominar aún más la energía de su actuación.
“¿Se están divirtiendo México?”, preguntó Demi a la audiencia, en una de las pocas veces que se dirigió directamente al público. Aunque su interacción fue mínima, cuando la presentación estaba por terminar, la cantante dedicó unas emotivas palabras a sus fans mexicanos. “No puedo creer que pueda regresar a México después de 7 años, los he extrañado mucho, muchísimo, es un gusto estar de regreso con mis fans mexicanos, gracias por siempre acompañarme, esto es para ustedes”, expresó Lovato.
El punto culminante de su presentación llegó cuando interpretó el tema que tiene con Grupo Firme, soltándose más y bailando al ritmo de la música electrónica con toques mexicanos, incluyendo trompetas, y cantando algunas frases en español como “Pegaditos, todo chulo”.
Por su parte, la reggaetonera argentina María Becerra también dejó una marca indeleble en el festival. El público la recibió con gritos de “¡María, María, María!” mientras ella salía al escenario acompañada de sus bailarines, comenzando una energética rutina de perreo que demostró su fuerza y coordinación.
A pesar de que el escenario de Becerra fue el único que permaneció seco tras la tormenta, el clima no impidió que la audiencia se mantuviera animada. “No sé cuántas veces he venido a México, he venido un montón de veces. Estoy muy feliz de volver, el amor que ustedes nos dan es imposible que no nos sintamos como en nuestra segunda casa”, dijo María, agradeciendo la cálida recepción de sus fans.
Durante su actuación, María Becerra celebró a las mujeres, bailando y cantando con todo su corazón. En un momento especial, agradeció la influencia que México ha tenido en su carrera, tomando un shot de tequila y bailando al ritmo de cumbia. “Gracias México, han influenciado mucho mi carrera y mis canciones desde el inicio. Por eso hoy esto va para todos ustedes”, expresó la cantante.
Con su carisma y energía, María Becerra fortaleció aún más su conexión con el público mexicano, una relación que ya había comenzado con colaboraciones como la que hizo con Los Ángeles Azules, y que sigue creciendo con cada presentación.
El Festival Hera fue testigo de la fuerza y el talento de dos mujeres que, a su manera, dejaron huella en la capital mexicana, ofreciendo a sus seguidores una noche que quedará en la memoria colectiva de la música.