Las icónicas cantantes Björk y Rosalía han unido fuerzas en un poderoso dueto musical titulado “Oral” con el objetivo de enfrentar la problemática de las piscifactorías industriales en Islandia. Esta colaboración no solo busca deleitar a los amantes de la música, sino también generar conciencia y recaudar fondos para combatir las prácticas perjudiciales de la industria acuícola en el país.
La totalidad de los ingresos generados por esta canción será donada a la organización sin ánimo de lucro AEGIS, la cual está comprometida en la lucha contra las piscifactorías en corrales abiertos en Islandia. Esta iniciativa altruista no se detiene ahí: tanto Björk como Rosalía, junto con sus respectivas compañías discográficas, han acordado ceder todos sus derechos para respaldar esta causa.
La urgencia de la situación se revela a través de las palabras de Björk, quien destacó la amenaza que representan las piscifactorías industriales para la rica biodiversidad de Islandia. La falta de regulaciones efectivas ha permitido que estas instalaciones operen sin restricciones, impactando negativamente en la salud de los peces y amenazando la supervivencia del salmón islandés, cuyo ADN se ve afectado de manera alarmante.
El video musical acompañante ofrece una visión más profunda de la iniciativa, explicando que todos los fondos recaudados se destinarán a cubrir los honorarios legales de los manifestantes que buscan detener el desarrollo de granjas intensivas. Estas granjas no solo causan daños a la vida silvestre, sino que también deforman a los peces y plantean riesgos significativos para la integridad genética y la supervivencia del salmón.
Björk, reconocida por su compromiso con las causas medioambientales, y Rosalía, una de las estrellas más destacadas del pop español, respaldan activamente una protesta específica en el fiordo de Seyoisfjorour, buscando establecer un precedente en la lucha contra las prácticas perjudiciales de la industria acuícola.
En un momento crucial para la preservación del entorno natural islandés, “Oral” no solo representa una expresión artística única, sino también un llamado a la acción inmediata. La donación de ingresos a AEGIS y el apoyo a la protesta en Seyoisfjorour buscan ser catalizadores para detener el desarrollo de las granjas intensivas y proteger la biodiversidad única de Islandia.
