En una entrevista reveladora, Ben Affleck se abrió sobre una etapa complicada de su carrera y compartió sus impresiones sobre su paso por el género de superhéroes, una experiencia que ha marcado profundamente su trayectoria. Hablando de esos años oscuros, cuando sus papeles entre 2003 y 2005 parecían no despegar, Affleck reconoció que tuvo que “revivir” su carrera, un proceso que le permitió evolucionar tanto como actor como individuo.
A lo largo de la conversación, Affleck se mostró consciente de que, incluso veinte años después, periodistas y fans intentan descifrar en qué punto se encuentra su regreso artístico. “Desapareció una noche”, comentó en referencia a ese periodo de incertidumbre, cuando las oportunidades no se materializaban y los roles se sucedían sin el éxito esperado. Con la madurez que otorgan los años, el actor reconoce que, en esa época, cargaba con mucha infelicidad y que sus propias deficiencias —como actor y ser humano— incidieron en su desempeño y en la energía que lograba transmitir en pantalla.
Entre las anécdotas más impactantes, Affleck rememoró su vivencia durante el rodaje de La Liga de la Justicia. “Estuve en un cuarto de hotel en Londres, solo, miserable, tomando…”, admitió, recordando cómo la desincronización de agendas, las expectativas y los acuerdos disfuncionales crearon un ambiente laboral que él preferiría no volver a replicar. La experiencia, lejos de ser únicamente un desafío profesional, fue una situación atroz que lo llevó a replantearse su vinculación con el género.
“No quiero regresar al género de películas de superhéroes. No por la mala experiencia, sino porque ya no me interesan las mismas cosas que entonces”, afirmó con convicción. El actor dejó claro que la decisión de alejarse de este tipo de proyectos no es fruto de un simple desencanto, sino de un cambio profundo en sus prioridades creativas y personales.
A pesar de las sombras que acompañaron su paso por La Liga de la Justicia, Affleck destacó el valor sentimental y profesional que tuvo interpretar a Batman. “Me divertí mucho. Me encantó hacer Batman”, recordó, haciendo mención también a su participación en Batman v Superman, sus breves apariciones en The Flash y esos días trabajando junto a Viola Davis en Escuadrón Suicida. Para él, la idea de un Bruce Wayne mayor, decaído y deshecho fue una propuesta ambiciosa y cargada de matices creativos.
Sin embargo, el actor también reconoció que, para una parte del público, su versión de Batman se tornó anticuada. Confesó que, en aquellos tiempos, incluso su propio hijo se mostraba intimidado por la imagen que proyectaba en la pantalla. La discordancia entre la visión del director, los objetivos del estudio y las expectativas del público se convirtió en una receta problemática, evidenciando los conflictos internos que pueden surgir cuando dos entidades con intereses opuestos intentan trabajar en conjunto.
Al final de la entrevista, Ben Affleck subrayó la importancia de trabajar en entornos coherentes, donde los socios, directores, repartos y estudios compartan una visión común que minimice desfases y conflictos creativos. Su relato no solo es un testimonio de las dificultades pasadas, sino también una lección sobre la importancia de la reinvención y la búsqueda de espacios donde la experiencia laboral sea más enriquecedora y respetuosa.
Con honestidad y sin rodeos, Affleck nos ofrece una mirada íntima a una etapa de su carrera llena de desafíos, pero también de aprendizajes esenciales. Entre el orgullo por haber interpretado a uno de los superhéroes más icónicos y el deseo de alejarse de escenarios que no le aportan, el actor traza un camino personal que, sin duda, seguirá inspirando a quienes conocen su historia.