Un nuevo estudio revela el impacto ambiental de compartir memes y otros datos digitales, indicando que este comportamiento podría tener efectos nocivos para el planeta. Ian Hodgkinson, profesor de estrategia en la Universidad de Loughborough, advierte que la proliferación de “datos oscuros” generados por la excesiva cantidad de memes compartidos y otros contenidos digitales está contribuyendo al calentamiento global.
Según Hodgkinson, el 68 por ciento de los datos utilizados por las empresas son considerados “datos oscuros”, es decir, nunca se vuelven a utilizar. Este fenómeno se extiende también a los datos personales, que, en muchos casos, siguen la misma tendencia. Estos datos no son neutros en carbono; cada pieza de información, desde una imagen compartida en redes sociales hasta un simple meme, tiene una huella de carbono asociada.
“Si pensamos en los individuos y la sociedad de manera más amplia, muchos todavía asumen que los datos son neutrales en carbono, pero la realidad es diferente. Los centros de datos que almacenan esta información son increíblemente calurosos y consumen una gran cantidad de energía”, afirma Hodgkinson en declaraciones al diario británico The Guardian.
Aunque un solo meme puede parecer inofensivo, la acumulación de millones de imágenes no utilizadas en dispositivos personales y plataformas de almacenamiento en la nube representa un consumo energético considerable. Este comportamiento podría contribuir a un aumento significativo de las emisiones de carbono en el futuro.
Para mitigar este impacto ambiental, Hodgkinson sugiere varias acciones que los usuarios pueden implementar:
El estudio de Ian Hodgkinson noa ayuda a reconocer el impacto ambiental de nuestras actividades digitales, incluido el compartir memes. Con un enfoque consciente y responsable, es posible reducir nuestra