El estoicismo ha experimentado un resurgimiento en la actualidad, mostrándose como una filosofía relevante para muchos. Esta tendencia puede explicarse por su capacidad para ayudarnos a cuestionar la vida y reflexionar sobre la verdadera fuente de nuestra felicidad.
Hoy en día, el estoicismo no solo se aprecia como una filosofía para el autoexamen, sino también como una herramienta para el éxito económico. Al revisar la lista de libros más vendidos en Amazon, se pueden distinguir tres categorías predominantes: libros de soluciones “milagrosas” para el éxito económico y personal, novelas clásicas y contemporáneas, y libros que abordan el estoicismo de manera superficial o “pseudo estoicismo”.
El estoicismo, en su forma auténtica, ha sido practicado históricamente por figuras como Marco Aurelio, Séneca y Epicteto, quienes encontraron en esta filosofía una forma de enfrentar adversidades extremas. Marco Aurelio, a pesar de las constantes campañas militares, Séneca, desterrado y condenado a muerte, y Epicteto, esclavo y maltratado, todos encontraron una forma de felicidad y sentido a través del estoicismo. Esta filosofía se centra en la idea de que la verdadera felicidad no depende de factores externos, sino de nuestras propias acciones y virtudes.
El verdadero valor del estoicismo radica en su capacidad para fomentar la autoevaluación profunda y la reflexión sobre dónde colocamos nuestra felicidad. Aunque dominar el carácter y entender la volatilidad del mundo pueden ser beneficiosos en el ámbito empresarial, la esencia del estoicismo no reside en estos aspectos prácticos. En lugar de ser una herramienta comercial o una estrategia para mejorar la productividad, el estoicismo auténtico es un compromiso vital que busca la virtud como el camino hacia una vida plena.
El pseudo estoicismo, por otro lado, reduce esta rica filosofía a consejos prácticos para el éxito y la productividad, alejándola de su propósito original. Así, el estoicismo se convierte en una mercancía en lugar de una guía para el autoexamen y la virtud.