Un estudio realizado en 1995 demostró que estas aves no solo son expertas en encontrar migajas, sino que también pueden diferenciar entre obras de dos gigantes del arte: Picasso y Monet.
En el experimento, los investigadores dividieron a las palomas en dos grupos y, mediante un sistema de recompensas, les enseñaron a picotear las imágenes de un pintor u otro. Tras 20 días de entrenamiento, los resultados fueron asombrosos: las aves reconocían correctamente las obras incluso cuando se les presentaban nuevos cuadros o versiones alteradas de los originales.
Este hallazgo no solo evidencia la capacidad de categorización en animales, sino que también sugiere que el cerebro de las palomas puede procesar información compleja de manera similar a la humana, al identificar estilos artísticos y generalizar entre ellos. La investigación de Shigeru Watanabe y su equipo, que les valió incluso un Premio Ig Nobel de Psicología en ese mismo año, abre la puerta a reflexiones sobre la percepción y el aprendizaje en el reino animal.
¡Quién iba a pensar que, mientras nosotros debatimos sobre el significado del arte, las palomas ya lo tenían descifrado!