En la contienda por el Oscar, Un dolor real es una película que ha ganado su lugar en las nominaciones sin grandes pretensiones, siendo simplemente una obra genuina con un gran guion y personajes entrañables.
A simple vista, la película podría tomarse como una road movie más, tocando temas comunes de una película de viajes—como los problemas en el aeropuerto o las diferencias culturales—entre otros. Sin embargo, Un dolor real aborda estos temas de una manera ingeniosa que le da un toque fresco al género.
Jessie Eisenberg y Kieran Culkin llevan tan bien la relación entre sus personajes que lo que se muestra en pantalla va más allá de la química, pese a que el dúo se puede encasillar en la típica pareja dispareja. Dave (Eisenberg) y Benji (Culkin) son dos primos que, tras la pérdida de su abuela, emprenden un viaje a Polonia para adentrarse en la historia del Holocausto, la cual está muy ligada a su historia familiar, ya que su abuela fue una de las sobrevivientes.
La actuación de Kieran Culkin es magistral. Desde ya, apostamos a que el Oscar al Mejor Actor de Reparto es para él, gracias a su brillante manejo de la actuación dramática y la cómica. En una entrevista reciente, Jessie Eisenberg comentó que la elección de Culkin para el papel fue fácil, pues pocos actores manejan tanto el drama como la comedia de una manera tan eficaz, saltando de un momento hilarante a escenas que pueden conmover las fibras más sensibles de cada uno de nosotros. Esto se refleja en la facilidad con la que ilumina cualquier habitación en la que entra, convirtiéndose a la vez en la persona más inoportuna de la misma.
Si bien el papel de Benji brilla por la interpretación de Kieran, la construcción del personaje—tan capaz de transmitir profundidad—es mérito del guion tan bien ejecutado por Eisenberg. En una entrevista se le cuestionó cómo fue posible escribir a un personaje con tantos matices como Benji, un reflejo preciso de la depresión y la ansiedad. Esto es lo que comentó:
“Siempre me he sentido fascinado por personas como Benji.
Benji no es una persona real; es un personaje, pero está basado en las personas que se sienten cómodas con su piel, que son carismáticas y extrovertidas. Siempre he sentido envidia por personas así; yo soy muy tímido. Pero cuando empiezo a escribir sobre personas como ellas y trato de adentrarme en sus mentes, me doy cuenta de que quizá hay algo muy triste en su interior. Muchas veces, las personas ruidosas, divertidas y encantadoras están sufriendo por dentro, y yo quería mostrar eso.”
Un dolor real destaca entre las nominadas por el enfoque tan humano con el que trata temas que generalmente se abordan con sutileza para no incomodar ni ser tachados de políticamente incorrectos. Sin embargo, al igual que Benji, la película nos recuerda que el arte debe incomodar, ser impertinente y disruptivo, hacernos cuestionar las cosas y obligarnos a pensar; pues el arte es un espejo de la humanidad y, en esta ocasión, nos muestra qué es Un dolor real.
