🔥 El salseo de Hollywood no se detiene y el nuevo capítulo de la batalla legal entre Blake Lively y Justin Baldoni está más intenso que final de novela turca. Aunque parece que Blake dio un paso atrás, el internet no olvida y mucho menos perdona.
📑 Según documentos obtenidos por Variety, el pasado 2 de junio, Lively presentó una solicitud para retirar los cargos por “daño emocional intencional y negligente” que había presentado contra Baldoni, su compañero y director en It Ends With Us. Peeero, no es un adiós definitivo: el retiro fue “sin perjuicio”, o sea, podría volver a presentar esos cargos más adelante si se le antoja.
¿Por qué retiró esa parte?
Todo indica que el equipo legal de Baldoni quería acceso a los registros médicos y de salud mental de la actriz para preparar su defensa. Blake dijo: “¿Y mis límites emocionales qué?” y prefirió dejar fuera esa parte del caso. Pero no ha abandonado las acusaciones principales, que son bien serias.
“En lugar de cumplir con las solicitudes médicas, el abogado de la Sra. Lively informó recientemente que retiraba sus reclamaciones por daño emocional”, señala el documento filtrado.
Las acusaciones más fuertes siguen firmes
Blake aún acusa a Baldoni de acoso sexual y represalias profesionales, asegurando que él intentó desprestigiarla y silenciarla tras sus denuncias. Esto incluye supuestos esfuerzos para hundir su reputación en Hollywood.
El juicio sigue en pie y está programado para marzo de 2026. Así que sí, esto va para largo.
Baldoni no se queda quieto: responde con contrademanda millonaria
Por su parte, Justin Baldoni armó su propia ofensiva legal, demandando por nada más y nada menos que 400 millones de dólares a Blake, Ryan Reynolds (sí, su esposo) y su publicista. ¿Los acusa de qué? De difamación, conspiración y extorsión. Básicamente dice que todo fue parte de un plan para destruir su carrera.
Y como si eso fuera poco, también metió al New York Times en la bronca, demandándolos por 250 millones, alegando que ayudaron a manipular la narrativa en su contra.
¿Drama mediático o batalla real?
Desde que Blake alzó la voz, la industria se sacudió. La agencia WME dejó a Baldoni como cliente, y hasta Ari Emanuel, CEO de Endeavor, mostró su apoyo a Lively y Reynolds, tachando a Baldoni de “comportamiento realmente malo”.
Mientras tanto, el público está dividido: algunos defienden a Blake por hablar, otros creen que todo es parte de un juego mediático con intereses ocultos.
¿Estrategia legal o señal de debilidad?
Retirar una parte de la demanda no necesariamente significa que Lively esté perdiendo fuerza, pero sí revela lo complicado y delicado que se ha vuelto el caso. Ella no quiso entregar sus registros personales, lo cual también puede interpretarse como un acto de autocuidado, sin que eso signifique que las otras acusaciones pierdan peso.
Por ahora, el caso sigue sumando giros, demandas cruzadas y titulares. Lo que empezó como una película romántica, terminó convirtiéndose en un thriller judicial de alto calibre.