Kim Kardashian, la conocida estrella de reality y empresaria, se vio obligada a llamar la atención de su hijo, Saint West, luego de que el pequeño expresara su enojo de manera inapropiada hacia los paparazzi que los seguían después de asistir a un partido de baloncesto en Los Ángeles.
Saint West, de tan solo 7 años, mostró su descontento con los fotógrafos levantando el dedo medio, un gesto que no pasó desapercibido por su madre. Kim Kardashian, conocida por su estilo de vida glamoroso y sus interacciones con la prensa, reaccionó de manera inmediata al gesto de su hijo, mostrando su desaprobación con una expresión seria en su rostro.
La reacción de Kim no se limitó solo a un gesto facial; se acercó a Saint y le hizo saber que su comportamiento no era aceptable. Aunque los detalles exactos de la conversación entre madre e hijo no se conocen, se pudo observar que Kim cubrió brevemente el rostro del pequeño con la mano, como si intentara protegerlo de la atención no deseada de los paparazzi.
Este incidente plantea la pregunta sobre si estos comportamientos son simplemente resultado de la influencia de sus famosos padres, Kim Kardashian y Kanye West, o si reflejan una falta de límites y educación en la familia Kardashian-West.
No es la primera vez que los hijos de Kim Kardashian y Kanye West muestran gestos inapropiados frente a las cámaras. Su hija mayor, North West, también ha protagonizado incidentes similares en el pasado, lo que ha generado debates sobre la crianza y la exposición mediática de los niños de las celebridades.
Este episodio nos recuerda que, incluso en el mundo de las celebridades, la crianza de los hijos y la enseñanza de valores adecuados son desafíos que no se pueden eludir. La familia Kardashian-West, conocida por su influencia en la cultura popular, continuará enfrentando la atención de los medios y el escrutinio público en torno a la educación de sus hijos.