Tras el rotundo fracaso en taquilla de Blancanieves, Disney ha decidido poner en pausa la producción de otra de sus adaptaciones live-action: Enredados. Esta decisión marca un alto en la ambiciosa estrategia del estudio por revivir sus clásicos animados en versiones de acción real, fórmula que hasta ahora había tenido resultados mixtos.
En los últimos años, Disney ha apostado fuerte por esta tendencia con títulos como La Bella y la Bestia, El Rey León, La Sirenita y, más recientemente, Blancanieves, protagonizada por Rachel Zegler y Gal Gadot. Sin embargo, esta última ha sido la más polémica y menos exitosa del catálogo: recaudó apenas 145 millones de dólares en taquilla global, frente a un presupuesto estimado de 270 millones.
Además de su bajo rendimiento económico, la película fue duramente criticada por el público. Las actuaciones de Gal Gadot como la Reina Malvada y las declaraciones de Rachel Zegler sobre la versión original de Blancanieves y los siete enanos generaron controversia antes incluso del estreno. A esto se sumó el uso excesivo de efectos generados por computadora, lo que provocó una ola de descontento entre los fanáticos. El resultado fue una puntuación histórica en IMDb: 1.6 de 10, la más baja para una producción de Disney hasta el momento.
Ante este panorama, la compañía optó por frenar el desarrollo del live-action de Enredados, cinta que iba a estar dirigida por Michael Gracey (The Greatest Showman) con guion de Jennifer Kaytin Robinson (Thor: Amor y trueno). Según informó Variety, el proyecto ya se encontraba en etapa inicial de casting para encontrar a la actriz que daría vida a Rapunzel, la princesa de cabello dorado y mágico.
Aunque Disney no ha confirmado oficialmente la cancelación definitiva del proyecto, las fuentes consultadas por Variety señalan que “no está claro si existe la posibilidad de revivir esta versión en algún momento en el futuro”.
Por ahora, la compañía continuará con otros live-actions que ya están en marcha y que no han sido afectados por la polémica: Lilo & Stitch y Moana, cuyas producciones siguen adelante y se perfilan como las siguientes apuestas seguras de Disney en este formato.
